El sector del comercio, ocio y cultura requiere una limpieza pulcra y un proceso que cuide la imagen tanto de las personas que lo hacen como del proceso en sí mismo.
Estar trabajando con el cliente de nuestro cliente nos convierte en una parte de su producto.
Por eso es determinante que nuestras personas sean conscientes de la importancia que tiene tanto lo que hacen como de cómo lo hacen