El transporte de alimentos es una fase más de la cadena alimentaria. El operador debe considerar incluir un análisis de peligros para mantener la higiene alimentaria y evitar así que se produzca alguna contaminación de los productos alimenticios transportados.
El personal encargado del transporte de alimentos tiene que disponer de la formación, instrucciones y supervisión necesarias para cumplir los requisitos de higiene durante su transporte, en especial con respecto a la higiene y manipulación de los alimentos, las temperaturas aplicables, las incompatibilidades entre las cargas, la trazabilidad, y las condiciones de limpieza y desinfección de los vehículos.
Antes de la carga el transportista tiene que comprobar que el receptáculo se encuentra limpio y sin restos de residuos de productos de limpieza y desinfección. A continuación os dejamos un resumen de los principales puntos a tener en cuenta en la para ello:
- Los receptáculos de los vehículos o contenedores tienen que estar siempre limpios para proteger de la contaminación los alimentos transportados.
- El transporte de alimentos no envasados requiere que se lleven a cabo una limpieza y desinfección del receptáculo o contenedor.
- Los productos para dicha limpieza y desinfección tienen que ser aptos para uso alimentario y el agua que se utiliza debe ser potable.
- El personal encargado de la limpieza debe tener la formación, las instrucciones y la supervisión adecuadas para una limpieza y desinfección correcta y eficaz. Se debe prestar especial atención a las prescripciones de uso para cada desinfectante, especialmente cuando se apliquen sobre superficies que pueden entrar en contacto con los alimentos. En ningún caso se pueden efectuar la limpieza y desinfección en presencia de alimentos.
Metodología de la higiene alimentaria
- Primero, debe realizarse la limpieza con un detergente con el fin de eliminar la suciedad y las grandes partículas y, después, hay que aplicar el desinfectante con el fin de eliminar cualquier microorganismo. Es importante que se actúe teniendo en cuenta este orden de limpieza antes de la desinfección, porque, si no, la suciedad puede interferir con los desinfectantes y minimizar su eficacia.
- Los desinfectantes se tienen que dejar actuar el tiempo indicado por el fabricante. Se debe realizar un buen aclarado del receptáculo para eliminar restos de desinfectante. El receptáculo tiene que estar bien seco antes de volver a cargarse.
- Para al caso de productos protegidos envasados es suficiente con una limpieza con la frecuencia adecuada. En el caso de las cisternas de transporte de productos alimenticios a granel, se tienen que limpiar y desinfectar antes de efectuar la carga de otro producto alimenticio a granel y con productos aptos para uso alimentario y específicos para la naturaleza del producto.
Tanto la metodología como los productos utilizados y la frecuencia de la limpieza y desinfección tienen que estar recogidos por escrito en los procedimientos de autocontrol.
Desde Mullor hacemos hincapié en la importancia de protocolos de limpieza y desinfección exhaustivos e importante validados, así como contar con personal formado en su correcta aplicación.
Os dejamos este enlace a la descarga directa de un pdf con la guía publicada por la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria sobre «Buenas prácticas en el transporte de materias primas alimenticias a granel a temperatura no regulada» que quiere orientar a los operadores económicos encargados del transporte de alimentos en todos los aspectos que tienen que contribuir a garantizar la seguridad de los productos transportados, incluyendo la limpieza y desinfección, uno de los factores clave para eliminar el riesgo de contaminación de los productos alimenticios transportados.
Créditos de la imagen: Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria.